lunes, 9 de marzo de 2015

Libertad=Respeto y Responsabilidad.
La doble “R” de la libertad es quizás la más importante de las fórmulas para vivir en libertad (verdadera), ya que sin esta combinación de conceptos resulta imposible exigir lo que no somos capaces de ofrecer.
El respeto se convierte en una regla básica de convivencia. Quien se conoce, se acepta y, a diario se descubre, es alguien que se respeta. Esto a la vez le convierte en respetable; por lo tanto se obvia que es un ser respetuoso. Alguien con estas cualidades en el cimiento de la construcción de su personalidad se convierte automáticamente en el detonador de una buena convivencia, más aún si este individuo es capaz de contagiar a sus similares mientras promueve una dinámica social saludable que finalmente se convertirá en caldo de cultivo de proyectos capaces de dar sustento a toda la vida de una comunidad.
Según wikipedia:
El respeto es la consideración que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidadrespeto mutuoreconocimiento mutuo. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía y otras ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.1
El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única2 que necesita que se comprenda al otro.3 Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.4

Y es aquí donde además de descubrir las posibilidades que ofrece la vida gregaria nos volvemos capaces de entender el grave error que es atender y aprender el discurso que trata de convencer de que la Tolerancia es lo mejor que puede acontecer a la humanidad, pues se revela que tolerar es un lastre capaz de mantener a grupos sociales enteros sumidos en la duda que surge de la irresponsabilidad.
Según wikipedia:
La responsabilidad es un valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos, siempre en el plano de lo moral.
Una vez que pasa al plano ético (puesta en práctica), se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de la manera más positiva e integral.
La persona responsable es aquella que actúa conscientemente siendo él la causa directa o indirecta de un hecho ocurrido. Está obligado a responder por alguna cosa o alguna persona. También es el que cumple con sus obligaciones o que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. En el ámbito penal, culpable de alguna cosa, acto o delito. En otro contexto, es la persona que tiene a su cargo la dirección en una actividad.

Es entonces grave obligación entender el concepto de responsabilidad.
Ser responsable es ser consciente de las capacidades y limitaciones que nos forman, saber que estas nos dotan a la vez de una serie de obligaciones, y claro está, de derechos. Estos últimos deben ser defendidos (algo que obviamos) y que también nos aclara la realidad sobre algo que pretendemos ignorar, y es que la manera de defender esos derechos es primero cumpliendo con todas las obligaciones, esas que por naturaleza nos son inherentes.
No hay que protegerse con prejuicios, ya que en buena parte estas obligaciones ofrecen gran flexibilidad en su aplicación, y son fuente de muchos beneficios.
Viéndolo así, la libertad pierde sus equivocadas imágenes (por un lado jaula de oro, por el otro una criatura salvaje), y se convierte en algo tan natural, tan accesible que podemos considerar estúpido no buscar acceder a ella.



lunes, 2 de marzo de 2015

Qué lleva al hombre a esta (aparentemente) invisible sumisión?



Si revisamos, podemos encontrar que la verdadera libertad está llena de responsabilidades. Esto tiene un efecto sobre la humanidad, y hace que quienes dan forma a los grupos sociales tengan ideas equivocadas sobre el hermoso concepto de libertad.

Unos temen la libertad, pues les despoja de la supuesta seguridad que significa regirse por reglas e impuestos diseñados por pequeñas minorías, alejadas de la realidad común, pero entrenadas en el arte de la manipulación. La gente considera así que ser completamente libre es volver a lo salvaje, hacer lo que los instintos dictan, re-instaurar la barbarie. Pero acaso no estamos ya en un ambiente bárbaro al que diariamente se maquilla; y hasta se le da el mote de democracia?

La libertad por naturaleza debe partir del respeto, de uno que parta de cada individuo y que como única limitante tenga la libertad de los demás. Esta ha de ser fomentada y defendida por todos, pues con la fractura en alguna de las células se corre el riesgo de destruir toda la estructura.


Cuando el edificio común es construido por fuerzas equilibradas, se convierte en una estructura indestructible, capaz incluso de modificar su forma sin poner en riesgo su fortaleza. A este principio se le conoce como solidaridad, y con su real aplicación (no con las farsas mediáticas que a diario observamos) se asegura el desarrollo de los individuos en verdaderas y saludables sociedades, que de ninguna manera adolecerán de héroes, pues el apoyo mutuo hará de cualquier dificultad, una tarea simple de acabar.